MERCY FLORENCIA LITARDO SUAREZ

Ti voglio tanto bene mi hai dato tanto. Per me sei stato tutto aiuto, amore e gioia. Ciao Mercy veglia su di noi.

Querida mamá, Quiero darte las gracias con todo mi corazón por el inmenso amor que nos diste, por cada sacrificio silencioso que hiciste por nosotros. Nunca nos faltó nada, y aun en los momentos más difíciles, supiste ser refugio, fuerza y calor. Gracias por todas las enseñanzas que me dejaste, mamá. Tu amabilidad hacia los demás, tu disponibilidad, tu bondad de corazón fueron un ejemplo silencioso pero poderoso. Me enseñaste que incluso los pequeños gestos de bondad pueden dejar un eco profundo, capaz de atravesar el tiempo. Afrontaste la vida con una fuerza increíble. Nunca te rendiste. Luchaste cada batalla con coraje y dignidad. Nos enseñaste que la vida, con todos sus desafíos, es un regalo precioso que hay que vivir, compartir y honrar. Toda vida merece respeto, y cada día es un motivo para estar agradecidos. Tu resiliencia ante las pruebas más duras de la vida fue una lección constante. Pasaste por mucho, y sin embargo, nunca te quebraste. Afrontaste todo con una fe inquebrantable. Cuando otros podrían haberse enojado con Dios, tú te aferraste a Él aún más. Tus labios nunca dejaron de alabarlo: “Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mi boca.” Estas palabras las viviste hasta el final. Mi deseo más profundo es poder parecerme cada vez más a ti, mamita. Siempre seré tu niña, incluso cuando nos volvamos a ver algún día – quizás con alguna arruga más – pero con el mismo amor y el mismo vínculo que siempre nos unió. No te preocupes por mí, mamá. Aunque soy tu pequeña, me enseñaste tanto. Incluso desde la cama de la residencia, donde a los ojos del mundo podía parecer que ya no había nada, tú me enseñaste lo que son el amor, la fe, la gracia y la esperanza. Justo allí, donde muchos solo verían vacío, tú me mostraste pedacitos del cielo. Me dejaste muchas herramientas para enfrentar esta vida, que no siempre es un mar en calma. Como me enseñaste, las tormentas llegan, pero si los cimientos son firmes, no se cae. Y tú nunca caíste, mamá. Te mantuviste fiel a ti misma, firme en la fe, en la esperanza, en el amor. Alguien podría pensar que la vida te venció, pero yo sé la verdad: fuiste tú quien venció. Luchaste, y nunca traicionaste tu esencia. Nunca te perdiste y nunca dejaste de amar. Gracias, pequeña gran guerrera, por todas las batallas que enfrentaste. Te acompañé como pude – quizás no siempre a la altura – pero gracias a ti aprendí a confiar en Dios, tal como tú me mostraste con tu vida. Te llevo conmigo, para siempre. Con amor eterno, Tu niña. Descansa finalmente en los brazos del Padre eterno. Hasta que nos volvamos a ver, mamá.

Nuestra mamá fue una mujer extraordinaria, una verdadera guerrera. Enfrentó la vida y la enfermedad con una fuerza que nos enseñó lo que significa no rendirse nunca. Tenía una fe inmensa, que se convirtió en su luz y que hoy nos deja como la herencia más grande: el deseo de acercarnos a Dios y de no perder nunca la esperanza. Era una madre que se preocupaba por los problemas de los demás, siempre dispuesta a escuchar, a tender una mano, a dar con generosidad y bondad. Quienquiera que la haya conocido ha sentido el calor de su bondad. Como hijas hemos intentado hacerte sentir orgullosa de nosotras, y devolver al menos en parte todos los sacrificios que hiciste por nosotras. Para ti era tan importante que estudiáramos, que nos convirtiéramos en mujeres profesionales, que después formáramos una familia y que siempre cultiváramos el amor por Dios. Recordaré para siempre una frase que me decías: “Tú debes saber defenderte en la vida”. Y tú, mamá, nos diste los valores y las bases para hacerlo. Pero no pensaba que tan pronto tendría que enfrentar las cosas sin ti. Hoy te despedimos con el corazón lleno de dolor, pero también de gratitud: por el amor que nos diste, por el ejemplo que nos dejaste y por la fe que nos acompaña. No decimos adiós, mamá, porque sabemos que seguirás viviendo en nosotras, en nuestros gestos, en nuestras oraciones y en el amor que nos enseñaste a dar. “Gracias mamá, te llevaremos siempre en el corazón.”

Permanecerá en nuestros corazones la dedicación, esfuerzo y amor dedicado a su familia. Su bondad y cariño con el prójimo. Su perseverancia y sacrificio por alcanzar sus sueños. Descanso eterno tía. El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido. Salmo 34:18

PALABRAS DE CONDOLENCIA POR FALLECIMIENTO DE MERCY LITARDO Mercita querida en el caminar de la vida fue una gran mujer, madre, esposa, amiga, cuñada, dedicada el ciento por ciento a su hogar. Su amor de madre fue único, le permitió tomar la decisión más valiente de su vida, emigrar a otro país con su esposo e hijas Karina y Jazmín en busca de un futuro mejor. No fue un camino fácil pero su sacrificio y perseverancia, junto a Raulito, cumplieron su misión. Mercita fue una guerrera, una mujer ejemplar, que lucho incansablemente por el bienestar de los suyos. Hoy vemos a Karina y Jazmín convertidas de personas de bien, profesiones y con sus vidas consolidadas es la mayor alegría para la familia. Querida Mercita,, gracias por todo lo entregado, descansa en paz en el reino de los cielos, Tu luz seguirá brillando. Siempre la recordaremos con mucho cariño Edith y Jorge

Mercita querida en el caminar de la vida fue una gran mujer, madre, esposa, amiga, cuñada, dedicada el ciento por ciento a su hogar. Su amor de madre fue único, le permitió tomar la decisión más valiente de su vida, emigrar a otro país con su esposo e hijas Karina y Jazmín en busca de un futuro mejor. No fue un camino fácil pero su sacrificio y perseverancia, junto a Raulito, cumplieron su misión. Mercita fue una guerrera, una mujer ejemplar, que lucho incansablemente por el bienestar de los suyos. Hoy vemos a Karina y Jazmín convertidas de personas de bien, profesiones y con sus vidas consolidadas es la mayor alegría para la familia. Querida Mercita, gracias por todo lo entregado, descansa en paz en el reino de los cielos, Tu luz seguirá brillando. Siempre la recordaremos con mucho cariño

Nunca estamos preparados para decir adiós a alguien que amamos, pero día con día llega la resignación y aprendemos a seguir la vida sin ellos. Siempre en nuestros corazones y resiliencia para la familia.

Tía Mercy, siempre fuiste una mujer diga de admiración, fortaleza, cariño y paciencia. Ahora Dios te tiene en un lugar mejor pero siempre vivirás en nuestros corazones. Descansa en paz querida madrina.

✨ “Recordamos con cariño a Mercy Litardo, cuya partida deja un vacío, pero también el legado de su bondad y su fortaleza. Que su luz acompañe y dé paz a quienes hoy la despiden.”

No estaremos nunca preparados para este momento, difícil, doloroso y triste. Sobretodo cuando se trataba de una persona que queremos. Pero nos quedan los bellos momentos y recuerdos que vivimos juntas. Nos haz precedido nos veremos en cielo , cuando sarà el momento. Fuiste siempre una mujer que luchó y continuó a luchar. Toda una guerrera.de Dios. Digna de gran ejemplo. Y supo dar y deja un gran ejemplo a sus dos hijas maravillosas. Karina y Jenny.♥️ con immenso amor y afecto.

Mercy fuiste un ejemplo de infinito amor y paciencia, nos enseñaste que la perseveracia y el trabajo siempre da buenos frutos, hoy Dios te tiene en un mejor lugar, te vamos a recordar siempre por las enseñanzas que nos brindaste. Descansa en paz.

Tía Mercita. Primero quiero dar gracias a Dios por su vida, ejemplo y dedicación. Por ser una mujer emprendedora, luchadora, arriesgada, que entrego todo en esta vida. Ahora descanse en paz en el reino de los cielos, que su misión acá en la tierra la cumplió y su mejor legado es Karina y Jazmín que son su digno ejemplo. Gracias por todo. Siempre la recordaremos con mucho cariño. Le queremos mucho y la admiramos. Con cariño

Tía Mercita, como no agradecer a Dios por su vida, ejemplo y dedicación. Una mujer digna de admirar, luchadora, emprendedora, arriesgada. Gracias por todo lo que entrego en vida tía querida. La vamos a extrañar, pero siempre la recordaremos con mucho cariño y veremos en Karina y Jazmín su mejor ejemplo y labor en esta tierra. Descanse en paz. Le queremos mucho y siempre le vamos admirar. Con cariño

En memoria de Mercy Litardo: Hoy recordamos con profundo amor a Mercy, Una mujer sinónimo de entrega, ternura y fortaleza. Como madre, vivió guiando con paciencia, protegiendo con valentía, amando sin medida. Su ejemplo permanecerá como luz viva en nuestras vidas Serás una inspiración de responsabilidad, fe y amor incondicional. Aunque tu presencia física se ha ido, tu esencia seguirá floreciendo en cada recuerdo, que nos invita a vivir con amor y abnegación. Te queremos: Familia Tandazo Manotoa Loja 26 de agosto 2025

Mercita: Tu vida fue un testimonio de amor, entrega y fortaleza. Como madre, esposa y mujer, dejaste huellas imborrables en quienes tuvimos el privilegio de conocerte. Hoy te despido desde lo más profundo del corazón, con gratitud y profunda admiración. Que Dios recompense tu dedicación incondicional, y que Jesús Resucitado te reciba en su gloria eterna, donde tu luz seguirá brillando con amor, paz y esperanza. Gracias, querida Mercy, por tu presencia en nuestras vidas y por el ejemplo que nos dejas. Con amor eterno, Irma Jenny Manotoa Alvarado Loja,26/08/2025

Nos duele decirte adiós, pero encontramos consuelo en los maravillosos momentos que compartimos contigo en familia, nunca olvidaremos tu amor y bondad de hermana. Aunque tu cuerpo nos haya dejado, tu espíritu y amor perdurarán en nuestros corazones para siempre. Por siempre seremos los 7 Hnos Litardo Suárez. ➕Mercy, ➕Angel, ➕Ubaldo. Yuber, Clemente, Yalin y Martha.

Prova

Mi querida prima con todo mi corazón pido a Dios por tu eterno descanso y que haya en el paraíso donde vas tengas lo que te mereces, paz en tu tumba, te llevaré siempre presente en mi corazón, paz en tu tumba ♥️🙏

Vi sono vicino con il pensiero e con il cuore in questo triste momento (nessuno muore mai chi vive nei ricordi di chi si ama, perché coloro che amiamo e che abbiamo perduto non sono più dove erano ma sono dovunque noi siamo) riposando nella pace eterna avvolti dalle braccia del Signore.